Las fronteras no son más que límites mentales consolidados por las élites tradicionales que quisieron darle a sus dominios el significado de “Patria” a nivel sentimental y “Estado-Nación” a nivel legal para poder someter dócilmente a sus súbditos, dándoles sentido de pertenencia. Saramago en “Las intermitencias de la muerte” hace alusión de la siguiente manera “…la frontera, esa línea que sólo en los mapas es visible…”. Y es verdad. Salvo las locuras de los extremistas xenófobos que están gobernando naciones llenas de miedo, decorando sus fronteras con muros, las fronteras no existen más que en la mente.
Leer más...