Cuando un grupo de periodista cachacos pasábamos la pista del aeropuerto Alfonso López Pumarejo en Valledupar, sabíamos que habíamos llegado al mundo mágico del vallenato donde las grosellas , el queso costeño sin igual, el mango –que parece una mantequilla—el coco recién cortado, la carne pangá, el sancocho y los sabores ancestrales preparados por María Iberia Ustáriz Ramos , conocido como “ La bella ”, a unos pasos del hotel Vajamar , serán algunas de las compañías de aquellas melodiosas jornadas. Pero, sobre todo, era necesario preparar la garganta para saborear ese líquido dorado, misterioso y atrayente llamado Old Parr.
Leer más...