Esa tarde, los treinta estudiantes del último semestre de la Facultad de Comunicación Social callaron cuando su profesor, Alfonso Morillo Ricaurte les dijo en tono claro y enérgico: “Si ustedes pasan el examen, desde luego que recibirán el título, pero de este grupo sólo veo a tres futuros periodistas, porque son los únicos que se les nota la pasión por esta profesión”. Guardaron silencio, pero en el fondo de sus conciencias sabían que su maestro, tenía la razón.
Leer más...