Por: Luna Salomé García Reyes
Cuando estábamos pequeños, nuestros maestros solían enseñarnos a través de la asociación, en términos simplones, “relacione una palabra con un objeto”, por ejemplo, ¿qué alimentos entrarían en el grupo de las frutas? Manzanas, duraznos, peras —a mí me encantan las peras—; de la misma forma, la autora nos explica algo tan sencillo como la belleza a través de la ilustración: “para ser considerada ‘bonita’ una mujer debe cumplir con una decena de condiciones”, a lo que, la persona que lo lea dirá: cuéntenos algo nuevo, ya sabemos que los cuerpos no son ni muy delgados ni muy anchos, que existen las curvas con forma de guitarra, las estrías como olas en el océano, los granos como… entre otros tantos ideales, pero ¿Qué tan claro lo tenemos? ¿Aplicaría esa empatía si esa persona fuera quién nos pretende? Podríamos explicarlo con dibujitos —sólo bromeo, ella ya lo hizo—.
Mirion Malle (Charente-Maritime, 7 de julio de 1992), es una diseñadora francesa que comenzó la escuela secundaria en la corriente científica, pero terminó aprobando en bachillerato literario. Continuó con el Teatro Hypokhâgne y Khâgne en Toulouse, convalidó su título de teatro en la Sorbona de París, estudió en La École supérieure des arts Saint-Luc, en Bruselas (en la clase de cómics), y cursó una maestría en sociología y antropología con especialidad en género. Durante este periodo, analizó la cuestión de la generosidad entre los guionistas de series de televisión y colaboró en su blog Commando Culotte, que mantiene desde 2013.
Esta ilustradora y ahora escritora nos plantea una guía feminista, ¿no sabe qué es el patriarcado? Página 44, ¿no sabe qué es el lenguaje inclusivo? Página 25, ¿no sabe qué leer? Lea La liga de las súper feministas (Panamericana Editorial). Si le interesa aprender sobre el feminismo, este es un buen inicio. Es importante conocer la libertad que poseemos como individuos, sin buscar prejuzgar a los demás por sus creencias, raza, género o color de piel. El papel de las mujeres como seres iguales, pensantes, imaginativos, individuales. Que las películas o series permitan que una niña de 5 años le diga a su mamá “yo quiero ser el caballero o la princesa que salvó al príncipe”. Como explicaba, obras en relación con este tema hay muchas, pero ninguna contada desde la perspectiva de Malle. No solo por la economía del lenguaje o el desglose de un término, que bien podría explicarse en dos o seis partes —un gesto muy considerado de la autora, si me lo preguntan—, sino que cohesiona a estos personajes como parte de su narrativa. Ellos expresan un sentir colectivo: la incomodidad, la tristeza, el fastidio, la admiración.
¡Qué bonito sería conseguir más ‘adeptos’! Ojalá esta obra solucione sus dudas más sencillas, los lleve por el interminable camino de la deconstrucción, los vuelva más empáticos, más libres. Si quieren gritarle, llorarle, odiarlo, amarlo, son cordialmente bienvenidos, porque así deben ser los libros, como una puerta destartalada, sin pomo o cerradura, hacia nuestras emociones más humanas. Desnudémonos un poquito, y valoremos lo que Mirion Malle hace para enseñarnos sobre el bellísimo mundo del feminismo. Teniendo eso en mente, al menos por hoy en la sección de recomendaciones, me despido con un adieu.
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