A un lugar eterno, fulgente mi alma desea arribar
En un lugar triste, roto, sofocante me encuentro
Entre lo terrenal y el mundo de los muertos, un rio de odio he de traspasar
Aullidos y condenas he de esquivar
Veré el rostro de la muerte induciendo mis pasos a su inconveniente morada
Espíritu condenado seré, entre llamaradas de angustia no escaparé
Introduciré mi cuerpo desgastado, sin esperanza en el sufrimiento
Fui infiel a su pensamiento, su castigo impuso
Caminaré desnuda mientras mi cuerpo adolorido no encontrará sosiego alguno
Mi sustancia se convierte en maliciosa perdición en este fuego eterno,
dirigiré mis plegarias a ti; no atiendes mis suplicas
Blasfemo mientras más desciendo, no hay vuelta atrás
Merecida tortura se refleja en tus ojos omnipotentes
Paso a paso al borde del infierno deambulo
Gritos, sufrimientos, condenas
Almas heridas me acompañan,
Siento la soledad desmesurada
Las tinieblas despiertan a la bestia que consume la muerte de todos los tiempos, reclama a sus muertos en vida
Cuerpos crédulos de un libre albedrío gastan su eternidad en las llamas de la oscuridad
La humanidad arde por su mandato ha condenado su creación perfecta
Las bestias furiosas atormentan a sus hijos, tiempo a tiempo, perpetuó mi destino
Esta lluvia de fuego helada no para se mezcla con mi melancolía engendrando mi perdición
Ojos de fuego, abismos, ríos de sangre arrancan de mis ojos lágrimas repugnantes
No te olvides, devuélveme la vida con tu pacto, permite que mis labios temblorosos evoquen la existencia
No puedo sentirte, ni tocarte, es una ilusión de la arcaica conciencia que huye,
me he revelado- condenada, clamé justicia -sujetaste en oferta la salvación
Mi alma está enferma por el germen de la hipocresía de quienes ciegos te siguen
Promesa del edén, clamaban tu misericordia
Careta descubierta- mentes adoctrinadas que perpetran y se condenan por los pecados
La esperanza no prevaleció- Ira insensata me agota- mis carnes se acostumbran al dolor que provocas. No podré escapar, arderé antes de despertar.
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