Regla de oro: no compres lo que no necesitas. Si para ti se trata de una práctica habitual, es hora de que lo deje de ser. Antes de comprar algo, detente y piensa si verdaderamente lo necesitas. No te dejes llevar por ofertas como 2x1 o el segundo ítem con descuento, compra lo que realmente necesites y aporte.
Compara. Al buscar calidad no asumas que lo más caro es más duradero o eficaz, ni que lo más barato es más adecuado. Analiza qué producto es el más barato, pero también qué ofrece cada uno y si existe una relación proporcional entre calidad y precio.
Sé realista. Te pondremos un ejemplo muy sencillo. Si vas a comprar una notebook para trabajar, ten en cuenta tus necesidades y las diferentes opciones que hay en el mercado. "Uno de los errores más comunes es que las personas, sin tener en cuenta lo que realmente necesitan, van y compran un equipo que les dijeron o que ven bonito. Sin embargo, no es lo mismo una notebook para un creador de contenido, que una para un diseñador, que una para alguien que solo navegará en la web”, dice Acer. Por tanto, ajústate a lo que se necesita y no gastes dinero de más.
Maneja tus sentimientos. Tus emociones afectan tus gastos. Ten cuidado con la famosa frase: “Me lo merezco”. Recuerda que sí, te lo mereces, pero también te mereces una economía personal sana, que te permita dormir en paz.
Cuestiónate. ¿Realmente se trata de un descuento espectacular?, ¿es el mejor producto?, ¿puedo pagarlo? Si contestas con honestidad estas preguntas, no te arrepentirás de hacer adquisiciones impulsivas. Recuerda que las ofertas sólo representan un ahorro real cuando están planeadas.
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