Para aprovechar las oportunidades y minimizar los riesgos es necesario estudiar en profundidad su funcionamiento.
Los CFD son instrumentos financieros de los productos derivados. Esto significa que su precio se establece en función de un activo subyacente. Este activo puede ser un índice, una acción, materias primas o futuros.
A partir del precio, se establece un contrato entre un trader y un bróker financiero en el que se estipula intercambiar la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta del activo subyacente en cuestión.
La negociación siempre será sobre la diferencia del precio entre la apertura de la posición y el cierre.
Uno de los beneficios de los CFD es que permiten maximizar el capital de la inversión. Esto se debe a que solo es necesario depositar tan solo un porcentaje del valor total de la operación para abrir la posición. Este depósito lleva el nombre de margen.
Por ejemplo, si tú quieres comprar una acción de una empresa que ofrece un margen del 20 %, y la posición se cotiza en 1000 USD, sólo necesitarás depositar 200 USD.
Es muy importante que sepas que el beneficio, pero también la pérdida, se calculará en base al total de la posición, y no de tu depósito.
Una operación con CFD opera sobre la diferencia entre el precio de apertura y el de clausura. Por eso, es mucho más flexible que otras formas de trading. Puedes entonces operar, por ejemplo, en mercados bajistas, y no necesariamente en aquellos con tendencia al alza.
Allí verás dos precios, el de compra y el de venta. Si piensas que el precio del mercado va a aumentar, entonces puedes operar con el precio de compra. Si, en cambio, crees que va a bajar puedes operar con el precio de venta.
Los CFD permiten operar en una gran cantidad de mercados, desde acciones, índices, materias primas e incluso divisas. Generalmente, no es necesario acceder a diferentes plataformas sino que es fácil ingresar a todos los mercados desde una misma aplicación o sitio web. Sin dudas, la tecnología ha ayudado a incorporar mayores herramientas, y ahora es posible seguir el movimiento de las acciones desde el teléfono celular.
Con los CFD es muy fácil operar dentro de un mismo día, y aprovechar los movimientos alcistas y bajistas para obtener un beneficio económico. Las operaciones pueden hacerse sin limitaciones y de manera instantánea.
El horario, además, es mucho más amplio. Los mercados se mantienen abiertos durante las 24 horas del día.
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