Hace unos días, una lectura que debía hacer en una feria del libro, finalmente se convertía en una entrevista curiosa. El presentador, un tipo carismático, con buen talante y capacidad para hacer de la metralleta de preguntar algo agradable, me hizo pasar un buen rato. Pero además moralmente demoledor. Escuchaba a mis compañeros en sus entrevistas y me escuchaba a mí. Volví a ver lo que años anteriores vi como ponente en otra feria del libro. Los escritores no nos modernizamos, nos quedamos anclados en un soler hacer implantado sin dar saltos al futuro.
Leer más...