Por ello este, desde 2014, La Organización Mundial de la Salud, declaró el 28 de mayo como el Día Internacional de la Higiene Menstrual, con el fin de visibilizar esta problemática en todo el mundo y abrir espacios donde se puedan generar oportunidades de mejora en la calidad de vida de quienes se ven directamente afectados.
En línea con esto, AIDS Healthcare Foundation (AHF), la organización más grande del mundo que trabaja por la salud y el bienestar de población vulnerable, lanza una campaña global bajo el lema "¡Una necesidad, no un lujo!", y en la que distribuirá 5 millones de toallas sanitarias a mujeres, niñas y personas menstruantes que las necesitan para mantenerse saludables y en la escuela. En Colombia se esperan entregar cerca de 300mil Toallas higiénicas y unas mil copas menstruales, principalmente en Bogotá, Cúcuta y Bucaramanga.
A la problemática generada por esta situación se le llama pobreza menstrual, y es la imposibilidad de personas, principalmente niñas, de adquirir productos menstruales, que incluyen no sólo toallas sanitarias y tampones, sino también analgésicos y ropa interior. Situación que se agrava aún más en el contexto de la pandemia de Covid-19.
Esta pobreza menstrual tiene consecuencias graves, como hacer que las personas permanezcan en casa sin ir a estudiar y el trabajo, lo que impacta negativamente en su educación y sus oportunidades. Esta situación aumenta también las vulnerabilidades existentes, empujando a las mujeres y las niñas hacia peligrosos mecanismos de supervivencia, como llegar a practicar el sexo transaccional para obtener dinero para la compra de toallas sanitarias o tampones.
El 28 de mayo es el día reconocido mundialmente como el Día de la Higiene Menstrual, impulsado por primera vez en el 2014 para destacar la importancia que tiene la gestión menstrual en el empoderamiento de las niñas, mujeres y personas menstruantes para su participación social, su autonomía y en la posibilidad de vivir una vida auto determinada.
“En AHF hacemos un llamado a visibilizar lo que viven las niñas, mujeres y personas menstruantes ante la imposibilidad de poder gestionar su menstruación, a romper el tabú que significa hablar de la menstruación. A reflexionar y adoptar políticas públicas que garanticen el acceso a los insumos para la gestión menstrual que son una necesidad y no un lujo. Garantizando de esta forma, que todas ellas no se vean privadas de su autonomía, su libertad y sus oportunidades de vivir una vida plena y libre de discriminación”, dice Guillermina Alaniz, Directora de Incidencia de AHF para América Latina y El Caribe.
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