Se hacía llamar como “el último linotipista” de Colombia. Pocos le ganaban con el tema de los caballos y en las reuniones no era extraño que intercalara con sus charlas, uno que otro truco de magia con monedas o de pronto con cartas de naipe.
Guillermo Dávila fue el fundador de la Asociación Colombiana de Magos. Entre el 18 y el 23 de septiembre de 1951 editó junto a Gabriel García Márquez, “El Comprimido”, el periódico más pequeño del mundo que cabía en el bolsillo y solo duró seis días. “Todo lo escribía García Márquez: desde el editorial, las notas políticas, el consultorio sentimental y el horóscopo. Fue el único periódico que dirigió en su vida, en Cartagena”, comentaba Dávila el último de los linotipistas del país.
A lo largo de su vida, gastó miles de horas conversando con personajes como el presidente de Caracol, don Jesús Álvarez Botero, el director de RCN Radio Juan Gossaín o con don Guillermo Cano, director de El Espectador.
En la madrugada de este 22 de abril dejó de existir en la Clínica Reina Sofía de Bogotá y de inmediato llegaron las reacciones de sus amigos.
“Guillermo fue uno de los primeros relacionistas que tuvo Colombia. Sabía manejar los temas con propiedad. Era una persona muy amable, nunca se aburría nadie con él en las reuniones. Tenía temas para varias novelas”, comentó Claudio Ochoa, secretario del Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB.
“Yo lo recuerdo desde cuando fue relacionista de Aerocondor. Le tocó un momento en el cual debieron cambiar los colores de los aviones. Eran blancos con una franja azul y entonces determinaron pintarlos con franjas amarillas, naranja, rojas y negro. Él convenció a los periodistas que, “por obra de magia” llevarían ahora esos colores. Fue un gran comentarista de hípica. Tuvo, durante varios años, una revista donde hablaba de las carreras, los ejemplares, los dueños y era muy seguida por los amantes de este deporte de reyes”, comentó el periodista Pedro Fuquen.
“Él fue también jefe de prensa del famoso Hipódromo de Techo, trabajó en el Ministerio de Salud y dirigió las revistas “El Jugador” y “La Meta””, agregó Pedro.
“Recuerdo que él venció un cáncer a punta de meditación. Él nos decía: “Yo le voy a ganar a esa enfermedad y les demostraré que con sólo decir: “Yo no tengo nada, yo no tengo nada”, saldré adelante”. Y en efecto, así sucedió. Nos decía que muchos de los problemas los tenemos en la mente y se pueden remediar con pensamientos positivos”, agregó Pedro.
La periodista Andrea Castañeda, directora de Revistaenfoque.com lamentó su deceso porque, además, era un columnista permanente del portal. “Apenas ayer el Mago me envió, como cada día, su columna deportiva, cada una de ellas con comentarios vivaces, diferentes y especiales, así como él mismo. QEPD”.
El también periodista Óscar Marino Bueno lo recordó diciendo: “Lo conocimos como comentarista en Caracol Radio y se nos fue como todo un lord, paz en su tumba y un abrazo de solidaridad para su familia”.
Guillermo Camacho dijo: “El Mago era un ser muy querido por sus calidades humanas y su capacidad de construir vínculos, además de hacer parte de la historia del periodismo en Colombia”.
“En nombre del Círculo de Periodistas de Bogotá, nos unimos a los sentimientos de pesar por el fallecimiento del gran compañero de los colegas y del CPB. Expresamos nuestros saludos a su familia y a todos los amigos que le conocieron y departieron con él, en sus trabajos y en sus múltiples tertulias”, dijo Gloria Vallejo, presidente del CPB.
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