Vie, 12/02/2022 - 10:06

El gobierno de Gustavo Petro continuará dejando en manos chinas el peso de la infraestructura colombiana

Como era de esperar, el debate sobre la inversión ha venido generando mucha incertidumbre en Colombia después de las elecciones presidenciales que tuvieron lugar el pasado mes de junio. La duda sobre el rumbo del país en esta parcela económica ha vivido desde entonces su particular periodo de transición, y es ahora cuando el escenario de cara al corto plazo parece que se dibuja con mayor transparencia. Las grandes compañías de origen chino se postulan como firmes candidatos para sumarse al tejido empresarial colombiano durante el mandato de Gustavo Petro, quien además propone otros planes de crecimiento a partir de la instauración de compañías estatales que apuesten por las energías renovables.

Estas son dos de las principales actuaciones que el gobierno plantea para buscar un rendimiento sostenible en el tiempo. No en vano, desde la dirección de la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio, Ingrid Chaves asegura que ya se han iniciado diferentes rondas de contacto con los grupos más potentes del país asiático, teniendo en cuenta que estos han mostrado un especial interés por formar parte de la creación de nuevas infraestructuras en territorio sudamericano.

Bajo esta línea, Chaves informa por ejemplo de la buena predisposición que ya han mostrado firmas como China Railway, dedicada a los servicios de transporte, después de que otras tan robustas como China Harbour Engineering o China Civil Engineering Construction Corporation se estén ocupando de la construcción del metro de Bogotá y del RegioTram de Occidente. La red de infraestructuras de Colombia ha escalado en los últimos años hasta la cuarta plaza en el ranking que mide la importancia del sector en Latinoamérica, como así concluye el último informe del Infrascopio de Economist Impact.

Este prometedor contexto viene dado, en gran medida, por el trabajo de primerísimo nivel que están desarrollando las principales compañías chinas en territorio colombiano, donde se ocupan de la construcción de hospitales, autopistas, trenes, plantas de tratamiento de agua, etcétera. Según Flavia Santoro Trujillo, presidenta de ProColombia, la inversión y la participación de empresas de origen Chino ha ganado presencia gracias a los acuerdos público-privados que han tenido y están teniendo lugar entre el gobierno y las compañías particulares.

Más allá de construcciones

Al margen de esta oleada de inversión asiática con respecto a la infraestructura, el objetivo presidencial pasa de igual modo por reforzar otros sectores sobre los que se perfila un futuro prometedor. Es el caso de las energías renovables, que en Colombia también cuentan con el respaldo de un conglomerado empresarial chino que está sabiendo cubrir su explotación en estos últimos años. Destacan así nombres como Trina Solar, encargada del Parque Solar Urrá, o PowerChina, que centra su actividad en el Valle del Cauca con el proyecto Las Marías y bajo el objetivo de generar 109,2 megavatios.

El nuevo gobierno ya ha anunciado que seguirá contando con China para vehicular otros planes relacionados con las energías renovables y con otros ámbitos de igual repercusión económica. En este sentido, la administración está preparando la asignación de redes 5G que meterá al país cafetero en la nueva era de las telecomunicaciones. Es precisamente Huawei la compañía que se postula como una de las grandes favoritas para reinar en las conectividades colombianas.

Bajo el abrigo de las nuevas tecnologías, se espera de igual modo que el equipo de Gustavo Petro dedique un mayor porcentaje presupuestario a políticas de transformación digital, sobre todo en sectores tan importantes como el turismo, donde el mercado chino sigue siendo un estímulo prioritario. De hecho, según datos oficiales, en el último año prepandémico llegaron a Colombia más de 8.300 viajeros procedentes de China, una cifra que podría superarse toda vez que se moderen las restricciones por la Covid-19 en el país asiático. 

Las medidas más urgentes que ya están sobre la mesa para mejorar los números del sector se centran fundamentalmente en el refuerzo de la ciberseguridad. La inversión en softwares especializados está provocando que los portales web de los turoperadores nacionales despierten una mayor confianza dentro del mercado chino. Esta capacitación informática pretende seguir el modelo de aquellos entornos de internet que garantizan la integridad de los datos personales de los usuarios, como pueden ser las entidades bancarias o las plataformas de juegos de azar, auténticas referencias en la materia.

En el primero de los casos, los bancos de nueva generación incorporan a su estructura uno de los sistemas de cifrado de contenido sensible más avanzados que existen. Se trata del conocido como certificado TLS (Transport Layer Security), cuya tarea no es otra que la de encriptar todo la información privada que se transfiere desde la web hasta el servidor, ya sea un número de cuenta, un número de tarjeta de crédito, un nombre completo o una contraseña. Gracias a esta capa de protección el cliente puede mantenerse a salvo de la amenaza de los hackers.

En la misma sintonía se mueven los portales dedicados al juego, donde destaca la labor que el casino online está realizando para evitar ciberdelitos tan frecuentes como el de suplantación de identidad. En concreto, este tipo de espacios hace uso del denominado sistema KYC (Know your customer), un protocolo de verificación que los principales casinos del mundo ponen en marcha para confirmar que la persona que intenta acceder a una cuenta es realmente quien dice ser. Al respecto, la industria del juego se ocupa de solicitar a los jugadores toda la documentación digital oportuna, además de someterlos a diferentes pruebas de carácter biométrico -como el reconocimiento facial o la detección de huellas dactilares-, para confirmar que efectivamente no hay fraude en las identificaciones. Ante esto, no resulta extraño que el turismo colombiano haya tomado buena nota de ello.

La perspectiva de futuro

Con este caudal de actuaciones en torno a China, la toma de poder del nuevo gobierno de Gustavo Petro ya ha superado el umbral de incertidumbre que en materia económica suelen arrastrar los relevos políticos. No en vano, Colombia podría entrar a formar parte de la iniciativa de la Franja y la Ruta durante esta etapa presidencial. Así lo ha manifestado Ingrid Chaves, que confía en los progresos que la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio está dando en esta dirección. A esto hay que sumar la ronda de contactos que la embajada china ha iniciado con Germán Umaña, el ministro de Comercio, Industria y Turismo.

A día de hoy, más de una veintena de las empresas más potentes de la República Popular China han visitado Colombia en busca de acuerdos de negocio y con la presencia del embajador Lan Hu. Todas ellas pertenecen a ámbitos tan diversos como la infraestructura, la minería, el comercio electrónico o la logística. Cabe reseñar que las exportaciones al país asiático crecieron el curso pasado más del cincuenta por ciento

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