Cuántas casas, cuántos colegios, cuanta comida se compraría con ese dinero. Cálculos los han hecho todos. Desde la fría calculadora hasta el caliente apasionamiento de los ánimos. Lo que no se puede olvidar es que lo de mañana está ajustado a la ley. Por qué no, antes de pelear entre nosotros a través de redes sociales, mejor buscar la forma de cambiar esos mecanismos. Presionar para un debido cambio de las leyes. Exigir una verdadera reforma política. Lo de hoy YA es un hecho.
Los minutos que se invierten en estas discusiones sin sentido, en compartir memes, en leer informaciones mal intencionadas, mejor invertirlos en salir mañana a votar por uno de los dos. Claro, unos dirán que no son liberales, otros que los dos son malos y otros que para qué. Pues es que eso hace parte de la democracia. Así se elige a nuestros gobernantes. Elija de los dos el que más le guste o el menos malo, pero elija. O vote en banco. Esa persona, junto a varios otros candidatos tiene la posibilidad de llegar a la Casa de Nariño en 2018. Los 40 mil millones se gastarán con o sin su voto. Por qué no hacer que valga la pena, al menos en lo que concierne a la conciencia de cada uno.
Dejemos de pelear. Dejemos de agredirnos. Dejemos de ser manipulados. Hay que pensar como país, como colombianos, como dueños de nuestro futuro y forjadores de nuestro destino. Yo no puedo votar porque quienes vivimos en el exterior no participamos en estas consultas. Si no imagínense los costos. Estarían muy por encima de esos 40 mil millones. Pero los invito a no dejar de votar ni hoy, ni el 11 de marzo para congreso, ni el 27 de mayo para las presidenciales.
Es hora de dejar de lamentarnos y comenzar a formar parte del cambio. Elegir no solo es un derecho, debería ser una obligación moral por nuestro propio futuro.
En Twitter: @JCAguiarNews
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