Pero el Hacinamiento tiene también víctimas, personas que sufren en carne propia el efecto tan nefasto de éste problema, los presos y otras que sufren por ver a los suyos metidos en las cárceles, o sea, los familiares de los presos, madres, padres, esposas, esposos, hijos que viven igualmente encarcelados mientras su familiar lo está. Además, cuando el que se encarcela es el proveedor de la casa, o sea, el que da para la comida y para los gastos del hogar, la situación se vuelve gravísima en los hogares y sirve negativamente para que se descompongan más todavía, las esposas no saben cómo obtener dinero para alimentar a sus hijos y para poder mandarle dinero al esposo que está encerrado y no sólo no produce, sino que se volvió una carga económica más para el hogar. Ésto ha hecho que los hogares se acaben, que los hijos se metan en el macabro mundo de la droga, haciendo girar el famoso círculo vicioso del que he hablado al producirse la relación entre la droga y el delito. He conocido casos en que padre e hijo se encuentran presos, ustedes se imaginan cómo queda un hogar así.?. Se puede concluir, que los que más sufren son los familiares de los presos, más que los presos. Al preso, le toca empezar a mirar cómo empieza a vivir en la cárcel y hacer lo que pueda para que su condena se reduzca y poder volver a su hogar, pero las familias, en especial las esposas, sufren mucho. He sido testigo del dolor y la angustia que viven las esposas en la Cárcel Modelo de Bucaramanga el día domingo al ir a visitar a sus esposos, algunas vienen de lejos, gastando lo que no tienen, deben llegar antes de las 5 de la mañana para hacer cola y luego someterse a situaciones de control que a veces riñen contra la dignidad, de verdad que éstas mujeres cuando sus maridos caen a las cárceles, sufren mucho.
Y también hay una entidad que es víctima del Monstruo del Hacinamiento, es el INPEC, si señores, como lo oyen, el INPEC, el INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO, así lo veo yo y entro a explicar el porqué:
Mucha gente, en medio del desespero de ver a su esposo o a su hijo que no tienen un espacio decente para dormir cuando llegan a la cárcel, piensan y dicen que el INPEC es el culpable de la falta de espacio que hay en las cárceles. Claro, es desesperante ver que el familiar de uno no pueda tener por lo menos un sitio decente para dormir, porque aunque sea considerado por la sociedad como un delincuente, toda persona debe tener por lo menos derechos mínimos de supervivencia.
Pero, por el hecho de que no haya espacio en las cárceles, nunca se puede decir, sería un absurdo, que el INPEC sea responsable de que no haya espacio en las cárceles. El INPEC es sólo un receptor de personas que han sido afectadas, bien o mal, por decisiones judiciales. El INPEC no puede hacer nada cuando un Juez de la República detiene o condena a alguien y lo manda a la cárcel. Es imposible evitar que ésa decisión se cambie, simplemente tiene que aceptarlo y recibir en la cárcel al sindicado o condenado y como cada día crecen más las cabezas del monstruo, pues obviamente es cada día más imposible que se le puedan dar condiciones mínimas de supervivencia.
Pero además del problema de espacio, hay uno que es casi más delicado, el problema de la resocialización, en el caso del condenado. La Ley 65 de 1993 exige que cuando un condenado pisa una cárcel, casi que inmediatamente debe dedicarse a labores de estudio, enseñanza o trabajo, no sólo para reducir su condena, sino, para que en ésos procesos de tratamiento penitenciario se vaya acercando a la sociedad. Debido a la falta de espacio no sólo para dormir, no existe espacio para que el condenado redima pena, no hay en el INPEC la suficiente cantidad de funcionarios especializados en los diferentes tratamientos de los internos, no hay Abogados, Psicólogos, Sociólogos, además de los problemas de salud que hay en las cárceles, no hay médicos, enfermeras, droga, en fin, es casi imposible que el INPEC pueda hacer la labor por la cual se condena a alguien, que en el tiempo de condena se resocialice, estudie, cambie su aptitud ante la vida, eso, en las condiciones actuales de las cárceles es sencillamente imposible.
Además, analicemos la situación de los guardias. En la Cárcel Modelo de Bucaramanga, hay un patio, el cinco, que tiene alrededor de 900 internos y es vigilado desde afuera por 2 guardianes, si señores, por dos guardianes. Ustedes se imaginan cuando éstos señores, por cualquier motivo se rebelen y formen peleas, cómo hacen dos guardianes para controlar a 900 internos?. Para las salidas diarias, lo que se llaman Remisiones, no existen los guardias necesarios, ni el transporte adecuado, porque las busetas permanecen dañadas, es una cosa que de verdad es un problema grave. Es el Goliat de la cantidad de internos y de los problemas que generan, contra el David del INPEC.
Hago una comparación odiosa para mí, el INPEC es simplemente un sitio donde se arrojan los que se llaman desechos de la sociedad, tal como sucede con los basureros de las ciudades. Cada día son más las basuras que llegan a los basureros y no por eso los basureros son los culpables, lo mismo, con el debido respeto y proporción, pasa con las cárceles, el INPEC no es responsable de que cada día crezca más la delincuencia y que los Jueces encarcelen y condenen como si estuvieran dando condenas en rifas. Ésa es una realidad dura y descarnada, pero muy real.
Y hablando precisamente del Patio cinco de la Cárcel Modelo de Bucaramanga, ha salido en las Redes Sociales un video donde se muestra una situación muy delicada, unos internos que no han podido ser ubicados en ningún patio y buscando presionar al INPEC, se agreden cortándose las venas. Que situación tan lamentable y lo peor, esto se ve todos los días y en todas las cárceles del país y de pronto del mundo. En éste video se evidencian varias cosas:
Cualquier comentario que surja al respecto de la publicación del video es inútil, pues como yo veo la situación es algo, repito, inevitable, repetible y en donde el INPEC no es el causante, ni el responsable directo de ella. Cómo evitar que los 3030 internos que hay, por ejemplo, en la Cárcel Modelo de Bucaramanga, vigilados por tan pocos guardianes, traten de atentar contra sus vidas o contra la vida de sus compañeros de cautiverio?.
En la publicación del video no está el problema, está en lo que se ve en el, en el desespero de personas que llegan y no tienen donde sentar su cabeza, algo mínimo a lo que tiene derecho cualquier ser humano y en la impotencia de una entidad que aunque trata, no puede hacer nada para luchar contra el Hacinamiento. A veces el INPEC a través de sus Sindicatos deciden aplicar lo que llaman la Operación Reglamento, o sea, impedir el ingreso de más internos, eso, lo hacen precisamente respetando los reglamentos o reglas que han sido definidas por las Cortes cuando buscan la dignidad en la vida de los internos. Cuando el INPEC hace eso, también es censurado por las familias de los presos y hasta por la misma Justicia, que curioso, los pájaros tirándole a las escopetas.
Ésa es la realidad, es lo que se vive a diario en la Cárcel Modelo de Bucaramanga y en todas las cárceles del país, pero recordemos, el INPEC es otra víctima más del Monstruo de 150 mil cabezas, no es responsable del hacinamiento y si así lo vemos sería como ver que el culpable de una infidelidad es el sofá y no los infieles, en éste caso, los responsables son los 6 que he mencionado en Columnas anteriores.
Cuando se logren bajar los índices de Hacinamiento en las cárceles, el INPEC podrá hacer en forma óptima su labor, no sólo de reclusión, sino de Resocialización. Esperemos que ése día llegue. AMÉN.
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