Actualmente, se necesita una mayor articulación del mercado laboral con la educación terciaria. Al final de cuentas, el mercado es el que fija los salarios para los empleados de acuerdo a su formación, y el medio educativo debe suplir con estas necesidades, pero esta dinámica no ha sido fácil de establecer o tan clara de implementar. El 47% de los empleadores del país presenta dificultad a la hora de encontrar talento humano cualificado para ocupar las plazas en las organizaciones. (Fuente: Revista Semana)
El sistema de educación en Colombia está atravesando un momento de cambio a raíz de las nuevas necesidades que tiene el sector empresarial y las altas cifras de desempleo que existen en la actualidad, esto hace que entidades como el Ministerio de Educación, formulen una serie de mejoras a su estructura, para que los colombianos puedan tener mayores posibilidades de formación y evolución de sus competencias laborales reales y acordes con el mercado laboral.
Esta preocupación proviene en gran parte de la condición de desigualdad a la que se enfrenta el sistema técnico por posicionarse como un modelo de formación legítimo y viable para la mayoría de los colombianos, en contraste con el sistema universitario, bajo la impresión de que cursar un programa de cinco años es garantía de un trabajo importante en una empresa prestigiosa. De todas formas, la sociedad y el sector productivo van introduciendo nuevos cambios a un ritmo acelerado
Es por esto que las instituciones de formación técnica deben reinventarse para suplir las necesidades del mercado, como es el caso de la formación en TICS como SAP, que día a día más empresas utilizan e impulsar la empleabilidad, pues según las cifras del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior, el número de matrículas viene en decaimiento.
Los programas técnicos laborales se concentran en el aprendizaje mediante “el hacer” de habilidades y destrezas indispensables para desempeñar una labor en una empresa, mientras que un programa universitario se desarrolla más desde una perspectiva intelectual “teórica”, un enfoque en las preguntas subyacentes en la labor de preferencia.
No se trata de privilegiar a una sobre la otra, ya que ambos programas yacen en el mismo lugar pero abordan diferentes problemáticas, sino de buscar un equilibrio entre el personal intelectual y el personal para el mercado, donde en el caso de un programa técnico, los estudiantes en un tiempo corto de aproximadamente dos años se cualifica para enfrentarse rápidamente a la realidad laboral.
Un título universitario puede implicar un mejor salario, una mejor posición y más empuje dentro de una empresa, pero con un técnico laboral se garantiza la experiencia laboral y una reputación como un empleado cualificado e integral. Según una encuesta del Banco Mundial, sólo el 11% de los egresados a la educación superior tiene una formación técnica y tecnológica, mas otra encuesta revela que 7 de cada diez técnicos consideran que su educación ha sido útil para su vida laboral.
Los estudiantes de un programa técnico laboral que estudien en una institución acreditada tienen la posibilidad de tener contratos de aprendizaje, donde se vinculan con empresas para realizar prácticas laborales en su campo de estudio, estas prácticas son de mínimo seis meses hasta los dos años que dura su programa académico, en este periodo de tiempo los estudiantes tienen acompañamiento de la institución, consejería, capacitación para superar situaciones como presentarse a las entrevistas y a las pruebas de los diferentes procesos de selección, preparar su hoja de vida, fortalecer competencias que la empresa requiera en su quehacer diario, aunado a que pueden contar con afiliaciones a seguridad social y beneficios económicos y lo más importante es que suman experiencia laboral que facilita enormemente su vinculación a un empleo formal una vez cumplido todos los requisitos para graduarse como técnicos en el área de su preferencia.
Para enfrentar estos problemas persistentes y dar soluciones prácticas al sector empresarial del pais, instituciones educativas como la Corporación CICCE han hecho un esfuerzo diligente por ofrecer un servicio de alta calidad, al contar con personería jurídica de la Secretaría de Educación bajo la Resolución 251 del 11 de febrero de 2010 y certificados en calidad bajo las normas ISO 9001 y NTC 5555 en todas sus sedes y programas académicos, brindando programas de cualificación presencial en temas relacionados con un entorno laboral apropiado de las TIC, y en estado permanente de actualización. Además, se convierte en la única institución técnica laboral de Colombia en lograr una alianza universitaria con una de las empresas más grandes del mundo en cuanto a soluciones informáticas como lo es SAP, brindando formación que en el mercado tradicional es altamente costosa y de imposible acceso para los estratos 1 y 2, pero que la Corporación la tiene incluida en sus programas de formación con la misión de tener egresados con competencias en SAP ERP, para facilitar tanto a empresas como a los egresados la vinculación laboral.
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