Francisca es una madre amorosa que, a sus 46 años, trabaja desde que sale el sol hasta el anochecer para alimentar a todos sus hijos.
Con su esfuerzo diario había construido una hermosa finca, en la que vivían todos armónicamente.
Un día cualquiera aparecieron de la nada unas personas que se instalaron en sus predios.
Ella no las trató mal ni les exigió que se fueran. Por el contrario, las acogió con cariño y les brindó lo que tenía.
Pero estas personas asumieron una actitud irracional, y empezaron a comerse y a dañar todo lo que ella había cultivado y construido.
No contentas con ello, a las cuatro horas de haber llegado sacaron armas y herramientas, y en un minuto asesinaron a varios de sus hijos y arrasaron con la mitad de todo lo que ella había cultivado y construido en 46 años.
Nadie entiende por qué hicieron algo tan desalmado, pero lo peor es que todavía están allí y pretenden acabar con el resto de la finca.
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Si tienes un poquito de sensibilidad, seguramente estás repudiando estos atropellos y elevando un clamor de justicia, así que te voy a explicar un poco más lo que ocurre para que puedas encontrar una forma de ayudar a corregir esta infame y estúpida injusticia.
Si se reducen a escala humana los 4.600 millones de años de existencia de la tierra tenemos los 46 años de edad de Pacha, la madre de la historia, la mama, la Pachamama. En esa misma escala, hace cuatro horas que apareció la humanidad en la finca de Pacha y comenzó su labor de consumo desaforado de recursos y de daños colaterales, y hace un minuto, apenas un minuto, que comenzó la Era Industrial, y en ese minuto relativo ya logramos desaparecer irremediablemente muchas especies vegetales y animales, y destruir la mitad de sus bosques, aguas, etc.
Así que tú y yo somos parte de ese grupo de personas que han estado destruyendo en un minuto todo lo que una madre laboriosa ha construido en 46 años para ofrecérnoslo amorosamente.
Ahora que lo sabes, ¿QUÉ VAS A HACER?
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