En Colombia, el 60% de la población tiene problemas de visión y las afecciones más comunes que se presentan son hipermetropía, miopía, astigmatismo y ambliopía.
Las afecciones oculares dependen de la detección temprana y del tratamiento oportuno, para evitar la pérdida irreversible de la visión.
Para el Oftalmólogo y Cirujano de la Sociedad Colombiana de Oftalmología, Nelson Pinzón, los médicos tienen la gran responsabilidad de trabajar en dos frentes, no solo en la parte preventiva, sino en el tratamiento. “Se debe brindar más orientación a la población en general para el cuidado de la visión, identificar cuáles son los pacientes que pueden estar en riesgo y qué síntomas son de consulta urgente para visitar al oftalmólogo”.
También señaló Pinzón, que es importante reforzar los programas de educación a los cuidadores primarios de salud, para que promuevan revisiones tempranas e identificación de pacientes con riesgo, para que sean remitidos al oftalmólogo en forma rápida y oportuna. De igual manera el oftalmólogo hace un llamado a los entes de salud, para que brinden las autorizaciones rápidas, de tal manera que los pacientes no sean demorados en esa atención primaria, sino que sean remitidos de inmediato al especialista, para un tratamiento adecuado.
Dijo además Pinzón, que falta mucho por trabajar en la parte preventiva. Hay que tener cuidados adecuados para que estas enfermedades visuales sean tratadas oportunamente antes de que se presenten. “En la parte de tratamiento nos llegan pacientes que pudieron ser operados mucho antes y cuando vienen a consulta, ya tienen efectos muy dañinos en el globo ocular”.
Numerosas enfermedades oculares pueden prevenirse, especialmente cuando el paciente realiza actividades manuales que impliquen colocar puntillas o soldar, porque hay que tener medidas protectoras y vemos con frecuencia traumas oculares, por caídas de esquirlas en los ojos. Pero también hay que tener cuidado con los químicos que pueden presentar quemaduras grandes, dijo el oftalmólogo.
Es importante programar una visita anual al oftalmólogo para ver el estado visual, más aún si hay algún antecedente familiar importante. Igualmente si se trata de pacientes que tienen una enfermedad sistémica como diabetes, o hipertensión, que pueden tener glaucoma, deben ir a evaluación oftalmológica anual, para evitar una enfermedad más grave.
Señaló además el oftalmólogo, que pacientes muy ancianos pueden llegar a tener degeneraciones maculares, otra de las causas de ceguera.
Son muchas las personas que acuden muy tarde al oftalmólogo. No le dan el valor a los síntomas visuales que puedan tener como alteraciones en la percepción de las cosas o incluso infecciones oculares que necesitan tratamientos primarios y hay que comenzarlos de inmediato.
Otras veces ocurre que el paciente no acude, porque son demorados en asignación de citas o no tienen oportunidad de asistir al oftalmólogo, para que inicie el tratamiento.
Explicó además Pinzón, que hay casos de ceguera tratables en los cuales el oftalmólogo realiza procedimientos quirúrgicos y el paciente mejora. El mejor ejemplo es la catarata, una de las causas de ceguera prevenible y tratable.
Pacientes que llegan a ver menos y después de operados, recuperan visión casi a lo normal. No hay que esperar a que la catarata esté madura, sino operarla tempranamente. También hay pacientes con retinopatías diabéticas o glaucoma, una enfermedad silenciosa porque el paciente no manifiesta síntomas sino cuando la enfermedad está muy avanzada.
Es importante que los pacientes asistan a campañas visuales y tomas de presión ocular, porque el glaucoma se puede tratar con medicamentos, para examinar los medios ópticos y evitar que el paciente termine su vida con ceguera permanente.
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